jueves, 19 de diciembre de 2013

SERES HUMANOS
Se debate acerca de si nos habríamos metido en la que estamos de haber mandado las mujeres. O más mujeres. Dejado claro que hacen falta más mujeres en los puestos altos de la política y en la dirección de las empresas, resulta dudoso que la feminidad suponga en sí misma un plus favorable. Como si por el simple hecho de ser mujer ya se poseyeran, de nacimiento, las cualidades necesarias para no conducir los asuntos al abismo: sensatez, capacidad de diálogo, sensibilidad hacia los demás, incapacidad para la especulación... Bueno, eso me parece francamente discriminatorio. Sería como decir que los negros bailan mejor porque están más dotados para el ritmo, o que los árabes pueden fabricar perfumes más interesantes porque tienen las fosas nasales más anchas, o que ser gay garantiza un olfato impecable para la decoración de interiores. Un disparate.
Sí es cierto que necesitamos otro tipo de personas, de cualquier sexo. Personas con valores distintos, cuyo sentido de la responsabilidad en el mando sea más importante que su tendencia a someterse a la falocracia del poder -en el sentido de mira qué grande que lo tengo, qué grande que soy, qué rico me he hecho-, hasta ahora tan en boga. Hombres y mujeres con principios. Que no contemplen el capital que se les ha dado para administrar, o el territorio político para el que deben trabajar, como un simple medio de autopromoción y de rapiña.
Conozco a unas cuantas mujeres que se consideran feministas y que no le harían ascos a una estafa de la pirámide como la de Madoff. 
También conozco a otras que llegaron por sus propios méritos a los aledaños del poder. Una vez allí, al aspirar la viciada atmósfera de las cumbres, vomitaron y se fueron a casa.
Hombres de esta clase también conozco. Aunque menos.

Maruja Torres, El País

TEXTO: SERES HUMANOS, MARUJA TORRES.

Pregunta 1. Señale la organización de las ideas del texto. (Puntuación máxima 1,5 puntos)
El texto se organiza externamente en cinco párrafos de extensión decreciente.
Su contenido se organiza en:

Primera parte (primer párrafo): Presentación de la tesis inicial y argumentación en la que se refuta o cuestiona ésta.
            - Tesis inicial implícita en el debate social (línea 1-4: Se debate ... mujeres): Situación más favorable si  mandasen más mujeres.
                 - Argumentación.
                        - Concesión: Se necesitan más mujeres en los altos cargos políticos y                                             económicos.
                        - Refutación: La feminidad no supone un plus favorable para ejercer el                                          liderazgo social.
                        - Tres argumentos de analogía y ejemplificación (negros, árabes, gays).

Segunda parte (resto del texto: párrafos II a V). Exposición de la tesis (contratesis) definitiva y argumentación.
            -Tesis definitiva (segundo párrafo): Son necesarios seres humanos íntegros, de      cualquier género, en los puestos de poder.
                - Argumentación (el resto del texto).
                        - Argumentos de ejemplificación y contraste.  Casos concretos de mujeres que                 responden, o no, a este perfil.
                        - Concesión o vuelta al tema  inicial.


Pregunta 2. Indique el tema y escriba un resumen del texto. (Puntuación máxima 1,5 puntos)
Tema

Ej. 1. Preeminencia de la integridad y la responsabilidad en el ser humano, sobre cuestiones de género-sexo.
Ej. 2. Necesidad de que asuman el poder personas íntegras, sean hombres o mujeres.
Ej. 3. Crítica a un tópico que defiende la superioridad de la mujer en cuestiones políticas.

Resumen

Ej. 1. El mandato de las mujeres no asegura en sí mismo ni la sensatez, ni la integridad, ni el éxito en el ejercicio de la función pública: reconocerlo así sería discriminatorio.  Lo que se necesitan son seres humanos, hombres y mujeres, con principios, que antepongan el interés público al suyo propio y luchen contra la falocracia imperante.  Existen casos de mujeres responsables que decidieron alejarse de la corrupción del poder y menos casos de hombres.

Ej. 2. El ejercicio del poder por parte de las mujeres  no supone por sí solo una garantía de buen “gobierno”. Parece un tópico como otros. Sí son necesarias, por el contrario, cualidades humanas, como responsabilidad y principios éticos, independientemente del sexo. Existen mujeres con estas cualidades y también hombres, aunque quizás menos.

Ej. 3. En plena crisis hay mujeres que se preguntan que hubiera sucedido si, en vez de los hombres, hubieran estado ellas en el poder. Sin embargo, por ser mujer no se tienen por naturaleza todos los principios que necesita un gobernante, creer en esta superioridad es completamente absurdo. Lo que verdaderamente necesita España son hombres y mujeres (no importa el sexo) capaces de superar la trampa del poder y cuyo sentido de la justicia este por encima de sus intereses personales. Hay muchas mujeres, que, pese a ser feministas, tienen un sentido de la justicia pésimo y también hay hombres, pero menos.


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